Hemos estado por más de cinco meses con el tema de la Pandemia rondando en nuestra cabeza, y como era de esperarse ha habido muchos aciertos en las declaraciones sobre cómo debemos protegernos y cuidar a nuestros seres queridos, sin embargo nos hemos topado también con errores sobre éstas mismas medidas. 

Lo cierto es que TODOS queremos estar lo mejor protegidos para no contagiarnos de este nuevo virus COVID-19, que hoy ha hecho al mundo parar y reflexionar sobre lo que hemos estado haciendo por décadas a nuestro planeta. Lo importante aquí no es ahondar en lo que hemos fallado, sino aprender de lo vivido y seguir adelante con nuestras vidas, utilizando las herramientas que brinden mayor protección al ser humano. 

Ya mucho se ha hablado de cómo entra a nuestro cuerpo este curioso virus, que es a través de los ojos, la nariz y la boca. En muchos países se ha utilizado el cubre bocas como utensilio básico y en algunos hasta obligatorio para poder salir a la calle ya sea por necesidad o por gusto. Con este elemento se evita el contagio de la dicha enfermedad a través de la nariz y boca. ¿Pero qué pasa con los ojos? Sabemos que si bien para algunos la solución sería una especie de cápsula para la cabeza entera para otros resultaría un poco impráctica y fuera de lugar. 

Pues bien, la solución una vez más la dan los plásticos de ingeniería, específicamente el PETg que es un copolimero de polietileno tereftalato con CHDM producidas a base de extrusión. Muchos diríamos, ¿disculpa y eso qué es? Es un plástico de ingeniería transparente que ofrece grandes ventajas como la termoformabilidad y eso hace que acepte crear complejas formas y figuras. Así, este material podría ayudar a la protección de los ojos por medio de la fabricación de caretas visuales, las cuales ya también en muchas naciones son comunes, sobre todo para el personal médico. Sin embargo no solo este sector podría verse beneficiado con las mismas, sino también la población en general ya que nadie está exento de ser expuesto a una partícula que pueda penetrar en los ojos. Además estas caretas ayudan a recordar a las personas a no tocarse la cara, pues muchos estudios han demostrado que estamos acostumbrados a realizar este acto varias veces por minuto. 

Así es como hoy resulta importante portar tu careta para sentirte protegido de cualquier contagio sobre todo en lugares donde exista un gran número de personas y una alta probabilidad de riesgo.