Los plásticos han tomado un mayor lugar en cada una de las industrias y este espacio va creciendo cada día más debido a su importancia en los maquiladores, manufactureros, torneros, etc. Sin embargo hay una creencia equivocada en estos lugares. Muchos aseguran que la dureza de un plástico indica que entre más duro esté mejor calidad tiene, pero no es correcto. Dicha aseveración tiene un origen en los metales ya que en su caso para ellos ésto si se aplica.
La realidad es que en los plásticos hay una gran variedad, ya que cada una de las aplicaciones requieren distintas durezas, para algunas lo blando es lo fundamental, mientras que para otras el que el material esté duro es precisamente lo importante. Y es allí donde identificamos a los elastómeros y a los plásticos de ingeniería.
Un plástico de ingeniería, es un plástico sintético derivado del petróleo, como el nylon. Este material pasa por ciertos procesos para adquirir ciertas características que no se pueden modificar.
Mientras que un elastómero es un plástico extraído de resinas naturales, como el caucho, y a este tipo de plásticos se le puede dar la forma, color y dureza que se necesite. Es decir es moldeable. Además se pueden volver a reutilizar.
Dicho lo anterior, es preciso saber el uso que se le va a dar a tu material y la aplicación que tendrá para poder elegir bien entre uno y otro, y así cubir todas las necesidades que se tengan.

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