Los procesos de recubrimiento metálico conocidos como galvanoplastia son procesos químicos, donde por medio de la electricidad se cubre un metal sobre otro a través de diferentes soluciones de sales metálicas. En estos procesos se tienen cambios de PH en las soluciones que van desde 4 a 10 a temperaturas máximas de 60 °C.

 

Sin embargo, las empresas que se dedican a la fabricación de este tipo de recipientes también llamadas tinas de galvanoplastia, requieren muchas veces realizar una serie de análisis mecánicos estructurales para asegurar que las condiciones de presión, deformación, esfuerzo y fatiga vayan a ser soportadas por los materiales utilizados en la fabricación de los recipientes. Para ello, es importante utilizar materiales soldables en su fabricación que garanticen la hermeticidad de los tanques de galvanoplastia.

Por lo cual el material que buscan debe tener siempre características tales como resistencia mecánica y rigidez, resistencia química, resistencia a la corrosión, resistencia al impacto y facilidad de soldado.

Así, el material que se mas se adecua a esta aplicación es el polipropileno, ya que el material soporta todas las condiciones requeridas en el diseño de presión, deformación, esfuerzo y fatiga. Con esto se logró en el proceso de fabricación la hermeticidad requerida para evitar la fuga de los químicos utilizados en el proceso.